El día de ayer a mediodía los presidentes Fernández y Bolsonaro tuvieron su primera conversación bilateral oficial vía videoconferencia. La excusa fue la conmemoración del Día de la Amistad argentino-brasileña: un 30 de noviembre de hace 35 años, Raúl Alfonsín y José Sarney sentaban en Foz de Iguazú las bases del Mercosur.
Son públicas las diferencias personales e ideológicas entre ambos mandatarios, que a lo largo de todo el año han protagonizado diferentes choques. Sin embargo, durante el encuentro no se habló de la situación de Venezuela ni del manejo de la pandemia, donde hay visiones encontradas, para sí focalizarse en temas de interés común, como la relación comercial bilateral y en dar impulso a la integración a través del Mercosur.
De esta manera, con este encuentro se hacen a un lado las diferencias y vuelve a encauzarse un vínculo central ya que, en palabras del presidente brasileño “lo bueno para Brasil es bueno para la Argentina”. En este nuevo clima de camaradería, Fernandez aseguró que esperaba pronto poder estrechar la mano de Bolsonaro de cara al futuro. Lo mismo hizo el Jefe de Estado brasileño, a la vez que afirmó que la columna vertebral del Mercosur es la armonía entre Argentina y Brasil, aunque insistió con su intención de flexibilizar las reglas del bloque, generando "mecanismos más ágiles y menos burocráticos"
Asimismo, Bolsonaro expresó su voluntad de avanzar en áreas de interés común como el turismo y destacó la "integración" de las fuerzas armadas. Por su parte, Fernandez, resaltó que “seguimos avanzando en materia de seguridad y fuerzas armadas, y tenemos que trabajar juntos en el tema ambiental”. El Presidente argentino también le agradeció a su colega que Brasil haya liberado exportaciones excepcionales de Midazolan, un fármaco que se está usando para los enfermos graves de COVID 19.
Cabe destacar que los datos de comercio de octubre afianzan la tendencia creciente de la relación bilateral: Brasil recuperó terreno y consolidándose nuevamente como el principal socio comercial de Argentina, un lugar que venía disputando China.
Tanto Brasil como Argentina saben que se necesitan mutuamente en un contexto en el que hay un cambio de liderazgo en Estados Unidos, tras la derrota de Trump y el ascenso del demócrata Biden al poder. Además, Argentina asumirá el 16 de diciembre la presidencia del Mercosur y la inesperada cercanía que planteó Bolsonaro facilita la agenda diplomática de Alberto Fernández, con la posibilidad para la Argentina de fortalecer su liderazgo regional junto a Brasil.
